Museo Guggenheim de Bilbao

Probablemente Frank O. Gehry no tenía ni idea del éxito que tendría la forma de lo que sería calificado por muchos como el mejor edificio del siglo XX.

El edificio destaca por el uso de formas curvilíneas y retorcidas, describiendo volúmenes ortogonales, que, son deformados por unos exteriores de Titanio que le dan esta forma orgánica tan característica que lo ha hecho llegar a ser uno de los iconos de la ciudad de Bilbao.

Los edificios de Gehry se caracterizan por su énfasis de las características de los lugares en que son construidos. En el Guggenheim utiliza metal, piedra y agua para revocar la fuerza, la independencia y la tradición industrial del País Vasco.

El Guggenheim no sólo tiene espacio para exposiciones, sino que consta de auditorio, restaurante y amplias zonas públicas alrededor del edificio. El Museo es una parte fundamental del edificio que sirve como una gran ayuda para la revitalización económica y urbana del Bilbao Metropolitano.

La significación arquitectónica del edificio que albergaría el Museo Guggenheim Bilbao se consideró desde el principio como elemento fundamental para alcanzar el nivel de excelencia artística en la esfera internacional al que este proyecto aspiraba. Este planteamiento da continuidad a la tradición iniciada por la Fundación Solomon R. Guggenheim cuando encomendó a Frank Lloyd Wright el diseño del museo de la Quinta Avenida neoyorquina. Para el diseño del Museo Guggenheim Bilbao se eligió a Frank O. Gehry ya que su concepción reflejaba el gran potencial del proyecto, al saber integrar el edificio en el entramado de la ciudad de Bilbao y su plan de regeneración urbanística.

El edificio de Gehry no es sólo un edificio, es como una gran escultura de silueta singular y materiales sorprendentes. Bajo su apariencia caótica compuesta por las formas curvas revestidas de titanio y grandes muros de cristal, el edificio se articula en torno a un eje central, el atrio, un espacio vacío rematado con una cúpula metálica a través del cual, con ayuda de los muros de cristal, entra la luz inundándolo todo.

En torno al atrio, un sistema de pasarelas curvas, ascensores acristalados y torres de escaleras conectan las galerías que combinan espacios de formas rectangulares con otros de proporciones y formas singulares. Esta riqueza y variedad de espacios da al museo una versatilidad excepcional.

El Guggenheim de Bilbao, continuando con la línea orgánica que marcan los Museos de esta Fundación, es una clara muestra de innovación y de hasta dónde puede llegar el hombre haciendo uso de la técnica y la imaginación.

Para hacer los modelados del edificio a escala, se utilizó papel y cartulina, ya que no hay materiales que puedan representar la complejidad curva (el museo dice que no tiene ninguna superficie plana en su exterior) de este edificio.

Una obra de arte escultórica hecha a base del uso de la arquitectura. Una obra maestra de uno de los grandes genios de la arquitectura actual, como es Frank O. Gehry. Un edificio que ya es una exposición en su exterior y con una distribución de espacios digna de ser vista.

This work is licensed under a Creative Commons Attribution Non-commercial No Derivatives license.